LEYENDA DE JOAQUÍN CEDANO MUERTES ANUNCIADAS PARTE 1

Joaquín Cedano Mata a Melitón Solórzano

Con esta narración  daremos inicio detallando  la primera muerte que hizo Joaquín Cedano después que se retiró de la revolución de los cristeros  y se convirtió  en bandolero. Por supuesto que no mencionaremos porque  no tenemos información, los crímenes que posiblemente pudo haber cometido cuando fue soldado de Pancho Villa, esos crímenes se supone de alguna manera que estaban justificados por la revuelta que vivía el país en esa época.

 ANTECEDENTES DE LA MUERTE DE MELITON.

Joaquín Cedano tenía una hermana de nombre Jovita, quien se casó con Francisco Arenas Ávila, ellos dos tuvieron un hijo de nombre Ignacio Arenas Cedano, quien vino  a ser el  esposo de la Sra. Crescencia  Zúñiga Preciado y padre del Sacerdote Pablo Arenas  Zúñiga, sucede que  por esos días se andaba casando  el Sr. Tiburcio Zúñiga Ávila, de Santa Clara  con la Srita.  Josefina Preciado,  los padrinos de la boda iban a ser  el Sr. Delfino Arenas  y su esposa María Zúñiga Ávila,  hermana de Tiburcio  Zúñiga  Ávila,  dos días antes de la boda Joaquín Cedano y Don Epitacio Sánchez, (abuelo de Adán y  Mailo Sánchez) habían organizado un baile en la casa de Joaquín,… recordemos que Joaquín estaba emparentado   políticamente con Tiburcio Zúñiga por su esposa Andrea Castro Zúñiga;   Joaquín  vivía en la casa mejor conocida como “La Casa del carrizal”, la casa vieja propiedad de los Ramírez, (me parece que es de la familia de Delfina Ramírez  y Miguel Barragán) que se ubica frente a la casa del Sr. Benjamín  González  al cruzar el río, en ese baile se encontraron  Ignacio Arenas  (sobrino de Joaquín) y Delfino Arenas primos ellos dos.

 En el baile Ignacio le cobró  a su primo Delfino un dinero que le debía por unas vaquillas que le había vendido y todavía no se lo pagaba, Delfino de coraje y vergüenza  por la forma en que Ignacio le había cobrado su dinero que fue  como dijeron los testigos que estuvieron allí  ese día: “a grito abierto”  en presencia de mucha gente del pueblo de Barranca de Santa Clara, Delfino de coraje se le fue a cachetadas a Ignacio, armándose un gran borlote entre los allí presentes; hombres, mujeres y niños.  Entonces para evitar más problemas Joaquín y Don Epitacio se pusieron de acuerdo y se llevaron la música a la casa de Don Epitacio para  seguir la parranda. Dos días después de este escándalo se celebraba la boda de Tiburcio y Josefina, los padrinos de la boda eran  como ya dijimos Delfino Arenas y María Zúñiga, los padrinos vivían en el barrio de arriba y a la boda venían acompañados del Sr. Melitón Solórzano, que entonces fungía como Jefe Político y encargado del Registro Civil de Barranca de Santa Clara. Quiero aclarar que  en esa época un Jefe Político era muy importante y tenía mucho poder, era casi como un  pequeño Gobernador de su pueblo, tan es así que Melitón era el Jefe Político y sus hermanos eran los policías.  Entre los invitados a la boda estaban todos los parientes de Tiburcio  Zúñiga, incluyendo a  la Srita. Crescencia Zúñiga, que también era prima hermana de la esposa de Joaquín, y quien era también  la novia de Ignacio Arenas Cedano (sobrino carnal de Joaquín), en eso llegó Ignacio a la boda buscando a su novia Crescencia. Apenas iba entrando Ignacio al baile cuando el policía  Eleuterio Solórzano, hermano de Melitón, de Delfino, de Gonzalo y del más famoso de todos los hermanos que hasta en el corrido de Joaquín lo mencionan, me refiero al Sr. Hermilo Solórzano.

 Pues bien, Eleuterio quiso impedirle a Ignacio que entrara a la boda y lo quiso detener con el pretexto  del problema que había ocurrido dos días antes en “la casa del Carrizal”, propiedad de Joaquín Cedano. Dijeron los invitados que ese día, a Eleuterio le faltó táctica para detenerlo porque en vez de haberle hablado sin más ni más Eleuterio, sacó su pistola y comenzó a tirarle de balazos “disque” para que se entregara. Ignacio, por el contrario, en vez de entregarse huyó y logró escaparse. Acto seguido se va  a su casa y le cuenta  a su papá el Sr. Francisco  Arenas (grande) lo ocurrido, entonces para que no hubiera problemas Francisco, su papá personalmente le entregó su hijo a Melitón Solórzano. Cabe mencionar que según los testigos presenciales de ese día, mencionan que Joaquín no había ido a la boda, él  se quedó jugando baraja con otros amigos como era su costumbre… y vicio además.  Una vez que ya estaba Ignacio en la cárcel de Santa Clara, según el plan de Melitón y Eleuterio  era el de que por la noche lo sacarían  de la cárcel para matarlo, pero un policía amigo de Joaquín por la amistad que tenía con él, fue y le dijo: “Joaquín, tus primos Melitón y sus hermanos tienen planeado por la noche sacar a “Nacho” de la cárcel para matarlo por allá en el potrero”. A lo que Joaquín aparentemente sin poner mucha atención ni darle tanta importancia a lo que le decía su amigo, siguió jugando baraja y únicamente se limitó a decir gracias.

El Relato.

Por la noche cuando se estaba terminando la fiesta de la boda, como es  costumbre que los recién casados van  a pedir la bendición de los padres, pasaron por donde estaba jugando Joaquín, (allí en la plaza) con ellos venía Melitón, luego se detuvo a platicar con Joaquín, (que era su primo hermano) los recién casados siguieron su camino rumbo a la casa de sus padres y Melitón invitó a Joaquín a dar una vuelta para el barrio de arriba; por supuesto que Joaquín aceptó, Joaquín solamente estaba buscando un pretexto para ajustarle cuentas a su primo y no permitir que Melitón y sus hermanos fueran a matar a su sobrino Ignacio. Ya una vez que iban caminando por el río hacia el barrio de arriba,  también los acompañaba Delfino Arenas y su esposa María Zúñiga,  Joaquín sacó su carabina 30-30 que le había regalado Pancho Villa,  le dio un cerrojo al rifle disparando un tiro al aire con la intención de provocar y retar  a Melitón; porque luego le preguntó  en voz de reto:

-         Quihubo  Melitón… ¿Como la vez?

-          Melitón le contestó. ¡No pues… está bien Joaquín!

-          Joaquín le contesta, retándolo. ¡Siii… verdad!

-         Siguen caminando, Joaquín vuelve a disparar al aire.

-         Melitón responde: ¡La traes buena Joaquín!

-         Joaquín  enfurecido, le contesta con voz fuerte, ¿te parece Melitón? al mismo tiempo que le ordena: “Mira Melitón, pásate al otro lado del río para que después no tengan que cargarte una vez ya muertito”, porque antes de que  mates a Ignacio tú te vas a ir primero con San Pedro.

-         Melitón negó que tuvieran  intenciones de matar a Ignacio, se defendió diciéndole que eran puras calumnias, que no era cierto, al mismo tiempo que cruzaba el río como se lo había ordenado Joaquín. En cuanto Melitón cruzó el río, Joaquín le apuntó en la cabeza con su 30-30 y de un solo tiro lo mató.

-         En ese momento Delfino, al ver que Joaquín había matado a Melitón, le gritó a Hermilo el hermano de Melitón,

-         ¡Hermilo, Joaquín mató a tu hermano Melitón!

-         Joaquín de coraje se volteó hacia Delfino y no lo quiso matar, solamente le aventó un balazo con su 30-30 por las nalgas dándole un balazo en una nalga. Al mismo tiempo que le decía: ¡Cállese Cabrón!

Entonces María, la esposa de Delfino se lanzó sobre Joaquín arrebatándole la carabina 30-30, y diciéndole: ¡Joaquín ya dame ese rifle o nos vas a matar a todos!

Así fue como murió Melitón, aparentemente no había motivos  para que Joaquín lo matara,  la gente decía que más que nada, era por la política, porque los Solórzano como tenían el poder abusaban mucho de la gente de Santa Clara, y agregan que lo del sobrino de Joaquín fue solamente un mero pretexto para cobrarle algunas de las que le había hecho a los Barranqueños. Enseguida recuperó su 30-30 y se dirigió a la cárcel a liberar a su sobrino Ignacio Arenas Cedano.

Aportación del Sr. Héctor Arenas Gutierrez