martes, 28 de junio de 2011

RAMÓN CORONA Y EULOGIO PARRA EN BARRANCA DE SANTA CLARA

Ramón Corona Madrigal (1837-1889), fue un militar y político mexicano que participo durante la segunda intervención francesa en México.
Eulogio Parra Espinoza, destacado militar de la guerra de reforma y la intervención francesa (1839-1868)

Los nombres de estos militares los hemos escuchado en calles, avenidas de muchas poblaciones de Jalisco e incluso el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario # 226 de Barranca de Santa Clara lleva el nombre de Ramón Corona.
Conozcamos un poco de historia y como participaron estos personajes en Barranca de Santa Clara.


El Coronel Eulogio Parra, al  mando del General Ramón Corona, Jefe del Ejército de Occidente, visitó La Barranca de Santa  Clara y permaneció allí con sus fuerzas militares los días 13, 14, 15, y 16,  de Diciembre de 1866, para orgullo de los Barranqueños, es por eso que  el nombre que lleva el CBTa Santa Clara, es el nombre más apropiado:

              “CBTa Ramón Corona “

Leamos un poco de historia:

Ramón Corona Madrigal
 Al llegar el General Ramón  Corona a la hacienda de Buenavista, salió a su encuentro un extraordinario que le enviaba el audaz y afortunado coronel Parra, y le entregó el parte, la proclama y manifiesto que a continuación copiamos.  …………….

   MANIFIESTO DEL CORONEL EULOGIO PARRA (1866)

“República   Mexicana.- Ejercito de Occidente.- Brigada de vanguardia.- Coronel en jefe.- Después del parte oficial que dirigí a V. de Sayula sobre mis operaciones anteriores, paso a dar cuenta a ese cuartel general de los últimos acontecimientos.

   “Estaba situado como dije a V. en Sayula, en asecho de las fuerzas traidoras que ocupaban la plaza de Zapotlan, cuando el día 10 del corriente supe por mis exploradores que una columna enemiga, compuesta de franceses y traidores, en numero de 800 a 1000 hombres, de las tres armas, habían salido de Guadalajara, rumbo al Sur; y como calcule que permanecer en Sayula no era prudente por lo peligroso que seria a las fuerzas de mi mando encontrarse entre dos columnas enemigas, el mismo día, en la noche, emprendí mi marcha para Amacueca, con el objeto de tomar informes sobre el numero del enemigo y sus elementos de guerra y para ver principalmente si se presentaba una oportunidad de batirlo con probabilidades de buen éxito. Permanecí en Amacueca hasta el día 12 del mismo mes, y sabiendo que la columna de Guadalajara había llegado a Techaluta, al mismo tiempo que otra de 400 hombres se había desprendido de Zapotlan sobre Sayula, tuve precisión de retirarme al oscurecer para la sierra de Tapalpa, siendo muy lógico temer que ambas fuerzas enemigas, en combinación destacaran una tercera columna que me cortara el paso sobre la referida sierra.

   “El día 13 continué mi marcha para Sayulapan y el siguiente después de pasar por
Samalco (¿Sera San Marcos?), me retire a LAS   BARRANCAS DE SANTA CLARA, con el fin de observar los movimientos del enemigo y combinar las operaciones que me fueran posibles. Ya en este punto, de acuerdo con los principales jefes, resolví hacer un movimiento sobre Guadalajara para hostilizar ligeramente dicha plaza y ver si por medio de este estrategia, salía alguna fuerza de la ciudad, para llamar cuando menos  la atención de los imperialistas que ocupaban a Zapotlan y para que destacando alguna fuerza en auxilio de los de Guadalajara, pudiera volverme rápidamente sobre ellos y batirlos con alguna ventaja.
   “Hecho tal acuerdo, salí de LAS BARRANCAS DE SANTA CLARA el 16, y el 17 me acampe en el puerto de Santa María, al frente de Guadalajara y a unas dos leguas de distancia de dicha capital.
Eulogio Parra Madrigal 
   “En la noche de ese día me dieron parte los jefes de observación sobre Zapotlan, C. coronel José H. Pineda y capitán Anastasio Álvarez, de que una columna enemiga había salido de aquel punto para Guadalajara y que la misma estaba pernoctando en las Cebollas, Zacoalco.
             “Impuesto de tal movimiento contramarche a las tres del 18, saliendo al encuentro del enemigo. Cuando llegue a los Tepetates, mande  que en su observación tomara el camino de las Maravillas el capitán C. Bernabé Ramírez, con la fuerza de su mando. A las once del día, como á un cuarto de milla de Santa Ana Acatlán, el jefe del escuadrón de Ahualulco, C. Hipólito Loreto, que con su fuerza ocupaba la vanguardia, comenzó á batirse con el enemigo que en número de 700 hombres de las tres armas había salido y se encontraba en dicha población.
   “En el acto dispuse el combate de la manera siguiente:
  “Del mismo camino en donde se forma una loma pedregosa de corta elevación, tomó posesión el coronel C. Donato Guerra”.

Aportación del Señor Héctor Arenas Gutiérrez

lasmusas9@yahoo.com
01326423044

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